Culturalmente cuando se habla de dieta, la mayoría de las personas, la identifican con restricciones alimentarias para bajar de peso en un momento concreto de sus vidas. Es una palabra que no suele relacionarse a adquirir un estilo de vida saludable y que más bien se asocia al régimen que se llevaba a cabo para perder peso rápidamente.
Si analizamos su significado, la dieta, es el conjunto de sustancias que regularmente se ingieren como alimentos. El concepto proviene del griego díaita, que significa “modo de vida”, por lo tanto, resulta un hábito y constituye una forma de vida.
Para poner en práctica una dieta, es necesario tener en cuenta el entorno de la persona, conocer sus hábitos, si hace ejercicio y cada cuanto lo hace, lo que come y en qué horarios lo hace, sus gustos y preferencias, en fin, toda aquella información que permita adaptar la dieta a la adquisición de un estilo de vida saludable que se mantenga en el tiempo.